domingo, 15 de julio de 2012

Escondite

Vamos a jugar al escondite. Sólo tú y yo, uno contra uno, mano a mano.

Me daré la vuelta. Corre, escóndete. Mientras tanto, yo contaré. Pero no con números; contaré historias, de principio a fin o de fin a principio. Empezaré por el final, porque los principios son lo más bonito y quiero terminar en ellos. De hecho, éstos son los míos y, si no te gustan, tengo otros.

¿Aún estás aquí? Corre a esconderte, seguro que se te da estupendamente. Pero yo también soy bueno en encontrar. Tengo alguna idea de dónde puedo hallarte; bajo una escalera, escondiendo tus manos... ¡Oh, venga! ¿En serio? No me lo pongas tan fácil, disimulas fatal.
Vamos, seguiré contando. Te daré otra oportunidad. ¡Oh! Blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro. Creo que esa tabla enorme tiene sorpresa... ¡Blanco! Ahí estás una vez más. Ahora, alteza, galopa a otro lugar. Me daré otra vez la vuelta, pero esta vez contaré colores.
Tic, tac, tic, tac... ¡Ahí estás de nuevo! Ahora sí que ha sido un reto, pero esos ojitos hipnóticos me atraían demasiado.

Te toca. Ahora me esconderé yo. No te daré pistas, pero me encanta ocultarme entre palabras sin sentido, bajo letras de canciones, tras miradas divertidas, sonrisas, bromas, picas y tréboles.
Me divierto, porque no creo que me encuentres. El aire es muy ligero y mi perfume se te escapa.
Te daré un voto de confianza, pero date prisa o me evaporo.

Si nos encontramos, podremos elegir el premio que queramos, aunque para mí, el juego es la mayor recompensa. Lo siento, hace años que no tomo azúcar y las golosinas no me atraen, aunque son bonitas para contemplar.

Divirtámonos con el juego y conservemos el mejor recuerdo para poder contarlo una y otra vez. Y contando, contando, empezaremos a jugar de nuevo. ¡Corre a esconderte! ;)


"Hay siempre un poco de locura en el amor, pero hay siempre un poco de razón en la locura"